El Enigma del Inconsciente

05.06.2023


En esta entrega voy a hacer una aproximación, con base en tres parámetros: la energía y la materia oscura, el ADN basura y el inconsciente. No te asustes, lo voy a hacer muy sencillo, para que en alguna medida tomemos conciencia de lo poco que sabemos, o lo que es lo mismo, de lo ignorantes que somos respecto al conocimiento que tenemos de la realidad. No obstante, como veremos en lo que respecta al inconsciente, está en nuestras manos saber más.

Si atendemos al Universo, para empezar, los átomos que componen todo lo que hasta ahora conocemos, es decir, los átomos que componen los planetas, las estrellas y nosotros mismos, constituyen solo el 5% aproximadamente. El resto, el 95% es energía oscura y materia oscura. La energía oscura representa el 70% del total de la energía del Universo, por tanto, es el principal componente del Universo. Esta energía es un misterio, un auténtico enigma para la ciencia. Lo poco que sabemos es que posee una presión negativa que contrarresta la atracción de la gravedad, por tanto estira el espacio constantemente impulsando la expansión acelerada del Universo.

El segundo componente del Universo en importancia en cuanto a su cantidad, es la materia oscura. Constituye alrededor del 25% del total de la energía del Universo. Se trata de una materia que no interactúa con la luz, pero tiene efectos gravitacionales en la formación y evolución de estructuras como galaxias y cúmulos de galaxias. En definitiva, lo que vengo a señalar es que la materia común, aquello que podemos ver, constituye un 5% aproximadamente del total de la energía del Universo. De modo que vivimos en un universo del que solo conocemos el 5%.

Ahora vamos a acercarnos un poco más al ser humano. Vamos a ver lo que sabemos del ADN. Tenemos por un lado el ADN codificado, funcional, que representa entre un 2 y un 10% del total del ADN conocido, y por otro lado tenemos lo que la ciencia llamó ADN "basura", que se considera representa entre el 90 y el 98% del total. Le llamaron "basura" a la gran mayoría de nuestro ADN porque no lo pueden codificar, es decir, no codifica proteínas ni tiene una función conocida, pero parece ser que interactúa con el entorno genómico, ejerciendo funciones importantes en el control sobre el ADN codificante, incluso puede evolucionar a funcional. Según los últimos datos, se considera que no habría desperdicios en nuestro genoma. El ADN "basura" sigue siendo un enigma, un misterio. Y estamos hablando de casi la práctica totalidad de nuestro ADN.

Ahora bien, a nivel psicológico, o más bien a nivel psico-corporal, ¿a qué instancia podríamos considerar un enigma, un misterio? ¿Qué instancia dentro de nosotros está, permanece y trata de mantenerse oculta a pesar de que actúe permanentemente en lo visible, en aquello que podemos ver? Bien, me estoy refiriendo evidentemente al inconsciente, que si pudiera medirse de alguna forma, estoy seguro de que alcanzaría cotas similares al 90-95-98% respecto a lo consciente. Muchas veces se nos muestra un iceberg para simbolizar esta misma similitud. La cábala incluso estima en un 99% el contenido revelado, al lado de un 1% de contenido oculto.

¿Qué es el inconsciente? ¿Qué sabemos de él? Lo que sabemos es que el inconsciente abarca pensamientos, necesidades, carencias, deseos, impulsos instintivos, emociones, formas de vincularnos afectivamente, afectos, dolor, formas de reaccionar a nuestro entorno, todo lo reprimido, sueños, fantasías… en definitiva, abarca toda tu estructura psíquica, instintiva, emocional, corporal, energética y afectiva. Una estructura, que además de desconocida en su gran mayoría, en cada persona es absolutamente única y original en función de las experiencias vividas y registradas, y en función del código genético de cada uno que determina el temperamento. ¿El inconsciente incide en tu salud mental? Por supuesto que sí, absolutamente. ¿Incide en tu salud física, en tu salud emocional? Por supuesto, va directamente relacionado.

¿Dónde está el inconsciente? El inconsciente está en cada uno de nosotros, como digo, más concretamente arraigado al cuerpo físico y energético, permaneciendo al mismo tiempo oculto. Es tan importante que no lo ves, solo lo puedes llegar a conocer poco a poco y con calma, pues si quieres ir más rápido de la cuenta, la luz que conviertes en conciencia al revelarlo, al iluminarlo, podría cegarte y no lo podrías soportar, te desestructurarías y entrarías en crisis.

La buena noticia es que para descifrar el enigma o el misterio que representa el inconsciente personal de cada uno, no tendrás que esperar décadas o siglos, que es lo que demorará la ciencia en conocer la energía y la materia oscura, así como el ADN o el inconsciente. Para realmente descifrar el enigma o el misterio que representa el inconsciente, para descifrarlo de forma consistente solo conozco una vía: la del proceso terapéutico acompañado por alguien, en este caso el terapeuta, que en muy buena medida ya haya realizado ese proceso en él mismo, y que por tanto conozca el terreno muchas veces pantanoso del inconsciente, así como sus tácticas y estrategias para permanecer oculto.

¿Por qué es importante adentrarse en el inconsciente acompañado? El inconsciente, en muchos de sus aspectos no quiere cambios ni transformaciones, se siente cómodo en la estructura y en la manera de hacer y de relacionarse que ha construido durante años, a pesar de que en alguna medida te vaya en contra. A un nivel profundo, el inconsciente busca básicamente seguridad y eficiencia. De modo que cualquier cuestionamiento o cualquier aspecto de la personalidad inconsciente que pueda ser iluminado por la conciencia, es decir, cualquier cosa diferente a lo conocido, cualquier transformación o perspectiva distinta puede ser una amenaza, porque amenaza la seguridad y la estabilidad tal como cada cual la concibe o la tiene registrada. El acompañamiento del terapeuta ofrece la referencia que no se tiene para abordar esas supuestas amenazas que siente el inconsciente; ofrece también la posibilidad de que la persona se sienta acompañada y apoyada en su proceso de transformación; y ofrece también la posibilidad, tanto de crear nuevos registros, como de afianzar los nuevos.

Los beneficios de todo ello son muchos y variados. No es lo mismo vivir en la claridad que vivir entre penumbras. Jesús, el místico, decía: "conoceréis la aleteia", que es la mentira que oculta la verdad, "y la emuná (la verdad) os hará libres". Falsamente se tradujo como "conoceréis la verdad y la verdad os hará libres", pero cuando dijo que conoceríamos la verdad, se refería a la aleteia, que es la mentira inconsciente que oculta la verdad auténtica.

Ciertamente, la posibilidad de descifrar el enigma de tu inconsciente te corresponde a ti, a nadie más, por tanto es tu responsabilidad tomar esas riendas de tu vida. Porque quieras o no, el inconsciente, tu sombra, ese intruso que llevamos dentro, define tu realidad consciente, para bien y para mal; o tú haces algo con tu inconsciente o tu inconsciente seguirá haciendo lo que quiera contigo y con tu vida. Realmente esto no es labor de uno o dos fines de semana, o de cuatro sesiones de terapia, como tanto prolifera en el actual mundo de las terapias… descifrar el enigma del inconsciente, y no solo descifrarlo, sino transformarte a ti mismo y dejar de proyectarlo en los otros va a requerir un compromiso de tu parte. Si en algún momento te decides a iniciar ese proceso, puedes contactar conmigo y estaré encantado de acompañarte. Hace años que me dedico a esto y es lo que mejor sé hacer.